En techos y suelos, ya sean de gran tamaño o pequeños.
En el primer año de Hansi Flick como entrenador del FC Barcelona, se esperaba que cumpliera con dos objetivos. La expectativa es que esta temporada el equipo azulgrana mejore tanto en lo individual como en lo colectivo, luego del bajo rendimiento mostrado por los culers el año pasado. El nivel de juego mostrado en el campo durante los partidos debe estar a la altura de la calidad y habilidades de los jugadores en el equipo. Que luche por los títulos demostrando ser la mejor versión de uno mismo. En segundo lugar, al evaluar la validez de esta versión, su eficacia estará determinada por la calidad del oponente al que se enfrenta. Si su fracaso se debe a su falta de habilidad, en lugar de a su negligencia.
Superando ambos objetivos, es evidente que el desempeño del equipo de Flick en la primera mitad de la temporada es impresionante. Hasta ahora, en esta temporada, el Barcelona ha enfrentado al Bayern Múnich, Real Madrid (en dos ocasiones), Borussia Dortmund, Athletic Club (también en dos ocasiones) y Atlético de Madrid, y en todos esos partidos ha demostrado ser superior. Además, demuestra su mejor rendimiento ante oponentes de mayor calidad. Ha superado a los mejores en la competencia. La razón de esto radica en la estructura que ha sido creada por el entrenador alemán y sus jugadores, así como en dos aspectos importantes que se dan especialmente en enfrentamientos de esta magnitud. Al principio, se señala que los oponentes de mayor categoría suelen sentirse sorprendidos cuando su contrincante les quita la oportunidad de liderar el juego, los presiona constantemente y los fuerza a adoptar una postura defensiva más común en jugadores de nivel inferior. A las personas que tienen la costumbre de dar órdenes, les resulta difícil aceptar que les den órdenes a ellos.
En segundo lugar, el Barcelona ha tenido que adaptar ligeramente su estilo de juego ante equipos y jugadores de gran calidad. Aunque su enfoque sigue siendo vertical y valiente, en estos encuentros ha optado por un enfoque más cauteloso y controlando la posesión. El Barcelona ha optado por una estrategia de juego más controlada, aumentando la duración de sus pases para fortalecer su dominio del balón. Gracias a la habilidad única de sus jugadores para manejar la pelota, el equipo ha logrado obtener una ventaja sobre sus rivales. A medida que el Barça se acerca al balón, resalta las habilidades de jugadores como Cubarsí, Pedri y Lamine Yamal en el control y manejo del balón.
El Barcelona ha recorrido este camino junto a otro que implica enfrentamientos contra equipos más modestos pero más preparados para competir desde una posición de inferioridad. En estos duelos, el equipo ha demostrado ser menos constante y regular a la hora de mostrar su juego óptimo. En ocasiones, el equipo de Flick ha tenido dificultades para mostrar su mejor rendimiento en algunos partidos o momentos, lo que ha llevado a la falta de recursos para conseguir la victoria de manera destacada. Para triunfar con una actuación menos impresionante y cuestionable. Incluso jugando de manera deficiente, es posible lograr la victoria.
Es recomendable evaluar a los equipos en ambos extremos de su rendimiento competitivo. En lo alto y en lo bajo. En el pico más alto y en el punto más bajo al que pueden alcanzar. En cuanto al primer equipo, mientras esperamos ver cómo le va al equipo de Flick en los próximos partidos de la Champions, el Barcelona ha mostrado que en su mejor momento puede plantar cara a cualquier rival. Cuando el rendimiento del equipo disminuye debido a la falta de jugadores y a la falta de contundencia en ciertas áreas, su capacidad para mantener resultados positivos se ve comprometida. Son numerosos los casos en que grupos logran obtener resultados favorables de manera constante al defender su arco con seguridad y aprovechar las oportunidades para atacar al rival con eficacia. Llevando al marcador todas las acciones importantes de su juego, o convirtiendo en triunfos actuaciones que no son merecidas.
Hasta el momento, parece que el equipo de Flick no ha tenido problemas con su portero ni con su delantero para alcanzar un buen rendimiento, pero sí ha visto reducidas sus posibilidades de ganar en partidos con un juego menos destacado. En el techo hay una viga fuerte y compacta, mientras que en el suelo se ven algunas baldosas rotas.
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