La cláusula de rescisión del jugador de Sabadell podría ocasionar un impacto económico y deportivo sin igual.
Si el FC Barcelona no consigue renovar la licencia de Dani Olmo, se encontraría en una situación de extrema dificultad, ya que el jugador tiene la posibilidad de activar una cláusula de liberación en su contrato que se extiende hasta el año 2030. Esta situación amenaza no solo la estabilidad financiera del club, sino también su imagen y su plan deportivo a largo plazo.
Según el acuerdo firmado por Olmo, el Barcelona deberá compensar el total de su salario hasta el año 2030 en caso de que el jugador sea liberado, a pesar de haber jugado solo durante cuatro meses. Asimismo, el club tendría que pagar los 48 millones de euros acordados con el RB Leipzig por su transferencia, sin embargo, no le sería permitido distribuir ese monto en un período de seis años. Esto supondría una repercusión inmediata de 40 millones en las finanzas de la temporada 2024-25.
En contraste, la situación de Pau Víctor es diferente debido a su carencia de licencia. A pesar de que el jugador joven tiene contrato con el Barça hasta 2029, su acuerdo no incluye una cláusula de rescisión como la de Olmo. A pesar de ello, LaLiga ha cancelado su registro, lo que le impide ser cedido a otro equipo y obstaculiza su progreso en su carrera profesional.
Ahora es la dirección del club la que enfrenta la presión, ya que están haciendo todo lo posible por evitar un desenlace desastroso. Si no se logra completar la inscripción de Olmo, el Barcelona podría enfrentar no solo un gran reto económico, sino también un golpe que pondría en peligro su plan deportivo y afectaría su reputación ante jugadores y seguidores.
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