La rabia y los diarios La prensa siempre ha encontrado en la pasión, especialmente en el fútbol, una fuente inagotable de inspiración. Sin embargo, en los últimos años, esa devoción ha sido utilizada como una herramienta para cumplir un objetivo específico: atraer la atención de los lectores, aumentar las visitas y provocar debates. Vinícius Junior, destacada figura del Real Madrid, ejemplifica cómo un jugador puede ser utilizado como el foco principal de una estrategia mediática que busca generar controversia en lugar de informar con veracidad.
Un ejemplo reciente lo ejemplifica claramente: el encuentro frente al Mallorca. Durante el partido, quedó en evidencia que Pablo Maffeo, del equipo contrario, estaba decidido a desestabilizar a Vinícius de forma casi obsesiva. Golpes, palabras provocadoras y empujones estaban pensados para perturbarlo. Lo que más llamó la atención no fue la conducta de Maffeo, que es una táctica comúnmente empleada por algunos equipos para tratar de igualar las condiciones contra equipos más fuertes, sino la respuesta de los medios de comunicación.
La furia expresada en los diarios Al día siguiente, en los titulares no se mencionaba la constante persecución que padeció Vinícius ni la actitud permisiva del árbitro al permitir ese comportamiento. En cambio, se enfocaban en la reacción de Vinícius al perder el control o en su expresión de frustración, sin tener en cuenta la situación de provocación constante. Este esquema se repite constantemente: los medios conocen el efecto de polarización que provoca su presencia, por lo que siempre escogen el enfoque que genere la mayor cantidad de indignación. Los seguidores que no simpatizan con el Real Madrid se divierten con la imagen de un jugador considerado "polémico", a la vez que los seguidores madridistas se enojan al sentir que están siendo injustamente atacados.
La situación de Maffeo no es la única que se ha presentado. En el pasado, hemos presenciado circunstancias análogas involucrando a distintos jugadores y equipos. Sin embargo, en el caso de Vinícius, la cantidad de cobertura mediática y la polémica generada parecen exageradas. Cada acción, cada expresión, cada comentario es examinado minuciosamente. Este examen no es aleatorio, sino que forma parte de una estrategia empresarial que reconoce que la polarización es la mejor manera de llamar la atención.
Los medios de comunicación saben que Vinícius genera polémica, por lo que siempre seleccionan la perspectiva que genere mayor indignación. Los seguidores que no son del Real Madrid encuentran entretenida la historia de un jugador considerado "problemático", mientras que los seguidores del equipo se molestan por lo que consideran un ataque injustificado.
Los medios de comunicación no solo informan sobre los acontecimientos, sino que también exageran, distorsionan y transforman la realidad en un espectáculo destinado a fomentar la división. Vinícius es el blanco ideal para despertar emociones intensas, ya que reúne todas las características que pueden causar un impacto: es un jugador joven, talentoso y audaz que forma parte del equipo más popular y polémico a nivel mundial. Cada vez que es golpeado o provocado, se convierte en un tema de discusión que alimenta a ambos bandos. Quienes no son seguidores del Real Madrid buscan razones para opinar negativamente sobre el equipo, mientras que los seguidores madridistas se ven en la necesidad de salir en su defensa, entrando así en la dinámica de los medios de comunicación.
Foto del artículo: La rabia y los diarios La clave para resolver esta situación no radica en tratar de persuadir a los medios de comunicación para que sean más equitativos o imparciales. Los medios no muestran interés en modificar un sistema que les resulta efectivo. Nosotros, como consumidores, tenemos el poder de generar un cambio real.
Cada vez que pulsamos un botón, compartimos una publicación o hacemos un comentario indignado en las redes sociales, estamos contribuyendo a fortalecer este sistema. El enojo que sentimos, ya sea por la falta de consecuencias para Maffeo o por las críticas injustas hacia Vinícius, es el resultado de lo que los medios de comunicación nos están ofreciendo, y nosotros somos los que lo consumimos. Se trata de un ciclo en el que nuestra intervención, aunque sea con buenas intenciones, solo fortalece el sistema.
La prensa está vendiendo indignación, ya sea por la impunidad de Maffeo o los despiadados ataques a Vinícius, y nosotros somos los que la compramos.
¿Cuál sería la mejor opción a seguir? No hacer caso. Evitar compartir contenido destinado a causar controversia. Evita entrar en el ciclo de la indignación continua. Alejarse de los medios que ponen más énfasis en el conflicto que en el análisis. En el caso de Vinícius, es necesario enfocarnos en aspectos clave como su habilidad, aporte al equipo y progreso como futbolista, sin prestar atención a las distracciones de los medios de comunicación que lo rodean.
El fútbol debería ser un lugar donde podamos apreciar la habilidad de los jugadores, emocionarnos con los goles y discutir sobre tácticas y estrategias, en lugar de ser absorbidos por un sistema mediático dañino. Vinícius no es más que un jugador, sin embargo, la manera en que lo tratamos puede mostrar nuestra habilidad para mantenernos críticos ante la manipulación de la información. ¿Continuaremos dejándonos llevar por la indignación, o aprenderemos a pasar por alto las distracciones y enfocarnos en lo verdaderamente relevante? La elección está en nuestra propia decisión.
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