Por primera vez en la historia del fútbol español, los árbitros que dirigieron los partidos de la Supercopa de España en Arabia Saudí han optado por no aceptar los obsequios tradicionales que los clubes suelen dar al finalizar los partidos. Según la información recibida, esta medida es un evidente acto de rechazo hacia la campaña que el Real Madrid ha realizado recientemente contra los árbitros a través de su plataforma de comunicación, Real Madrid TV.
Se ha señalado al equipo blanco por llevar a cabo una estrategia constante de desacreditación hacia los árbitros, mostrando su descontento de manera frecuente ante las decisiones arbitrales que consideran desfavorables. El colectivo arbitral se siente muy molesto por esta situación y ha optado por tomar medidas drásticas al respecto.
Al no aceptar los obsequios, los árbitros han querido comunicar de forma contundente al Real Madrid y a la comunidad futbolística que no están dispuestos a permitir este tipo de acciones y consideran esencial proteger su reputación profesional. Este acto simbólico se ha interpretado como una manera de afirmar su autonomía y imparcialidad.
Los miembros del colegio involucrados A continuación se mencionan los equipos de árbitros que han formado parte de esta manifestación: En la semifinal participaron Ricardo de Burgos Bengoechea, Iker De Francisco González, Asier Pérez De Mendiola, Judit Romano y González Fuertes.
Los árbitros que participaron en el partido fueron Jesús Gil Manzano, Ángel Nevado Rodríguez, Javier Martínez Nicolás, Mario Melero López y Judit Romano García.
La negativa de los árbitros a aceptar los obsequios del Real Madrid es un hito que cambia el panorama de las interacciones entre clubes y árbitros en España. La acción ha provocado una intensa discusión en el ámbito futbolístico y ha destacado la necesidad de asegurar la imparcialidad de los árbitros.
Pronosticar las implicaciones futuras de esta elección resulta complicado. No obstante, es claro que ha causado una gran incomodidad en el Real Madrid y podría tener consecuencias en la relación entre el club y la Federación Española de Fútbol.
En todo caso, este suceso evidencia que los árbitros están comprometidos a proteger su reputación y no tolerarán que se cuestione su ética profesional.
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