¿Será el fichaje de Dani Olmo la jugada sorpresa de Joan Laporta? El FC Barcelona experimentó mucha agitación durante el mercado de transferencias de verano. Muchos futbolistas de diferentes perfiles se unieron debido a la urgencia de la secretaría técnica por cubrir las necesidades del equipo en medio de dificultades económicas. Por fin, únicamente Pau Víctor y Dani Olmo lograron unirse al equipo, gracias a que pudieron inscribirse antes de que finalizara el plazo el 31 de diciembre. Esto fue posible por la lesión prolongada de Christensen. En este momento, la afición se encuentra dividida ante la perspectiva de que no sean registrados y no puedan jugar con la camiseta blaugrana en lo que resta de temporada.
El mediapunta de Terrassa, que fue fichado este verano del RB Leipzig por un precio que ronda los 50 millones de euros, podría ser la sorpresa estratégica de Joan Laporta. El atacante no es responsable de la situación actual, ya que ha demostrado su deseo de regresar al Barcelona en varias ocasiones. Sin embargo, la emoción generada por su llegada podría resultar en la destitución del presidente. La oposición se ha unido para exigir la renuncia de todos los miembros de la Junta Directiva debido a diversas razones. Junto con su descontento previo hacia otras administraciones, los incidentes relacionados con Heurtel, Pau Víctor y Dani Olmo han resultado en la emisión de un comunicado muy crítico.
Esta situación ha provocado que los seguidores del Barcelona se dividan en dos grupos claramente opuestos: aquellos que respaldan al presidente y aquellos que lo rechazan. Esta es una situación crítica que podría empeorar si finalmente se confirma que los dos jugadores cuya inscripción está pendiente no son registrados en LaLiga. Desde hace un tiempo, varios grupos han estado expresando su descontento por las acciones realizadas, lo cual no es sorprendente ya que siempre ha habido personas en desacuerdo. No obstante, durante este período no se había llegado a un punto tan crítico.
Las circunstancias son complicadas y la Junta Directiva se enfrenta a dos desafíos importantes. En primer lugar, la prioridad inmediata es lograr la aprobación para registrar a Pau Víctor y Dani Olmo. Más adelante, tendrán que hacer frente a la solicitud de "renuncia inmediata" o, en caso de cumplir con lo establecido en el comunicado, se verán confrontados con una moción de censura. El reloj avanza, las tensiones aumentan y la permanencia de Joan Laporta se encuentra en duda.
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