Hansi Flick implementó un movimiento estratégico para resguardar a Ferran Torres durante el partido en Sevilla.
Dirigirse a la sección de opiniones Ferran Torres se ha convertido en el jugador de banca más destacado del FC Barcelona. El delantero está pasando por un gran momento en los últimos meses y se destaca como uno de los jugadores más eficaces en la ofensiva del fútbol español. Esto quedó demostrado cuando anotó tres goles en la Copa del Rey contra el Valencia. No obstante, el número '7' del equipo azulgrana estuvo ausente en la victoria del Barcelona en Sevilla por La Liga, pero su ausencia en el once titular podría ser explicada.
De acuerdo con la información de 'MARCA', se esperaba que el jugador conocido como el 'Tiburón' jugara algunos minutos en el Estadio Sánchez-Pizjuán, pero su participación iba a ser limitada después de haber jugado los 90 minutos en Mestalla. Hansi Flick tenía la intención de hacer que entrara en la segunda mitad, pero un contratiempo físico lo mantuvo en el banquillo ante el equipo dirigido por García Pimienta.
Vídeos de Onefootball Ferran logró evitar lastimarse en Sevilla.
Durante el calentamiento antes del partido, Ferran sintió una leve molestia en los músculos isquiotibiales y de inmediato informó a los entrenadores sobre su situación. Después de una conversación corta, todos los participantes, liderados por Flick, acordaron de manera unánime evitar cualquier riesgo y prevenir posibles lesiones, por lo que el jugador de fútbol presenció el triunfo del equipo desde la banca. Para el alemán, Torres es un jugador muy importante y es necesario tenerlo bajo su dirección, por lo que optó por dejarlo fuera en lugar de correr el riesgo de perderlo.
El entrenador alemán ha hablado en varias ocasiones con sus jugadores para llegar a acuerdos sobre su participación en los partidos o los cambios que se realizarán en el equipo. De hecho, durante el partido contra el Sevilla, también mantuvo una conversación con Gavi y acordaron que sería sustituido en el descanso. El éxito del proyecto en la Ciudad Condal se debe en gran medida a la comunicación efectiva que el entrenador mantiene con su equipo, la cual es constante y fluida.
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