Barcelona está llevando a cabo una reestructuración fundamental en su plantel. Tres jugadores significativos en el equipo están por salir. La entidad está buscando reducir su masa salarial y abrir espacio para nuevos fichajes.
El primer jugador afectado es Andreas Christensen. A pesar de su desempeño positivo, el danés ha enfrentado diversas lesiones que han limitado su continuidad en el equipo. Además, su adaptación al rol de pivote no ha convencido del todo. Con un contrato vigente hasta 2026, su transferencia podría generar una considerable suma económica para el Barça.
Otro jugador que se perfila para dejar el club es Pablo Torre. El joven centrocampista, actualmente cedido al Girona, no ha logrado establecerse como un elemento fundamental en el primer equipo del Barcelona. Aunque su talento es indiscutible, la alta competencia en su posición y el notable rendimiento de los mediocampistas actuales dificultan su retorno. La posibilidad de su salida definitiva se torna cada vez más evidente.
El tercer jugador en cuestión es Ansu Fati. El extremo, que se preveía como la gran estrella del Barça, no ha conseguido alcanzar la regularidad necesaria tras sus lesiones. Su cesión al Brighton no ha producido los resultados esperados, y la directiva del club ya está considerando su venta o una nueva cesión. Equipos de LaLiga y de la Premier League están vigilando atentamente su situación.
Mediante estas salidas, el Barça aspira a liberar masa salarial y fortalecer posiciones clave en el equipo. La dirección deportiva ya se encuentra trabajando en posibles incorporaciones, con un defensa central y un mediocampista defensivo como sus prioridades. El próximo mercado de verano se perfila como un momento crucial para el futuro del club.