La junta del FC Barcelona tomó la decisión este jueves de extender el contrato de Iñigo Martínez. El defensor de 33 años permanecerá en el club al menos una temporada adicional, hasta junio de 2026, lo que significa que todos los contratos de la plantilla del primer equipo azulgrana están actualizados respecto a su aprobación por LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El Barça ha enfrentado varias dificultades relacionadas con la formalización de algunos de sus recientes fichajes, una situación que el club busca evitar con firmeza este verano.
En referencia al jugador número '5', su contrato se integró sin complicaciones en la masa salarial del club, aprovechando los recursos obtenidos de la transferencia de Vitor Roque al Palmeiras. El conjunto azulgrana consiguió 25 millones de euros netos por esta operación, cantidad que también permitirá concluir en los próximos días el nuevo contrato de Lamine Yamal, quien firmará por cinco años, hasta junio de 2031, con el estatus de jugador profesional, una vez cumpla la mayoría de edad en julio próximo.
De este modo, el Barça podrá abordar el próximo mercado estival sin preocupaciones respecto a la inscripción de algún jugador de la plantilla. En los últimos cuatro años, el club enfrentó numerosos obstáculos para registrar a algunos de sus refuerzos. Iñigo inició la pretemporada pasada con la opción de rescindir su contrato, una posibilidad que nunca consideró a pesar de la cláusula existente.
Incluso en 2023, antes de su debut oficial, el jugador vasco tuvo la opción de solicitar su carta de libertad, ya que solo recibió autorización para competir a partir de la cuarta jornada de Liga. Una situación análoga experimentó Dani Olmo esta temporada, con su caso siendo aún más complicado, ya que el club solo logró formalizar su inscripción y la de Pau Víctor hasta el 31 de diciembre debido a la lesión de Andreas Christensen.
Sin embargo, en 2025 no habrá urgencias de esta índole, al menos no en relación a la plantilla actual. La directiva, por otra parte, espera resolver en las próximas semanas las renovaciones de Frenkie de Jong y Wojciech Szczesny, siendo la del neerlandés la más complicada debido a su salario. Además, el Barça ya se encuentra bajo la regla 1:1 para fichar, por lo que puede destinar el 100 % de sus ingresos a nuevos refuerzos.