Los jugadores celestes comenzaron el encuentro con un dominio claro y, a tan solo tres minutos de iniciado el partido, ya se habían adelantado en el marcador. Pablo Gavián lanzó un centro desde el lateral que sorprendió a la defensa del Barcelona Atlètic, y tras un desafortunado toque de Mbacke, el Celta Fortuna logró poner el marcador 1-0 en Vigo. Este gol temprano equilibró un poco las circunstancias y, después de algunos acercamientos ineficaces del Celta, los azulgranas lograron restablecer la igualdad en el marcador. Iván Cédric, con un cabezazo habilidoso que se dirigió al palo largo, superó a Coke Carrillo y completó un excelente centro de Rubén López.
La fase de anotación fue seguida por un periodo donde se castigaron las vulnerabilidades del adversario. Los celestes generaban peligro principalmente por las bandas, sobre todo a través de Pablo Gavián, mientras que los barceloneses intentaban aprovechar las debilidades defensivas de su rival con pases filtrados a través de la línea defensiva.
A medida que el encuentro avanzaba, el equipo dirigido por Sergi Milá comenzó a tomar mayor protagonismo, elaborando mejores jugadas ofensivas. Rubén López intentó poner por delante a su equipo después de una excelente jugada por la banda izquierda, pero Coke Carrillo logró detener el tiro en dos tiempos. Al final de la primera parte, el Celta Fortuna, tras una brillante acción individual de Joel López y una finalización magistral de Óscar Marcos, se fue al descanso en ventaja. Justo en el momento en que los célticos atravesaban su fase más complicada del encuentro, lograron adelantarse nuevamente.
Segunda parte
Apenas comenzó la segunda mitad, y a los diecisiete segundos, el Celta Fortuna marcó su tercer gol de la noche. Hugo Burcio, después de llevar a cabo una jugada individual, asistió a su compañero Hugo González, quien disparó sin oposición al fondo de la red. Un comienzo inmejorable para el equipo local y un duro golpe para los visitantes.
El balón pasó por momentos de dominio compartido, pero poco a poco los blaugranas, obligados a reaccionar por el resultado desfavorable, comenzaron a hacerse con el control del partido. A los locales solo les quedó la opción de asegurar su portería y buscar oportunidades de contraataque para cerrar el encuentro definitivamente. Miguel Román, precisamente en un contraataque, tuvo la oportunidad de marcar el cuarto gol, sin embargo, su remate impactó en el poste de la portería defendida por Astralaga.
El conjunto barcelonés iba a luchar con todo por la victoria, aunque sin suerte en sus intentos. Muchas jugadas peligrosas terminaban siempre en manos de los celestes.